El 22% de los españoles ya contrata financiación a través de compañías FinTech
Las FinTech se siguen abriendo paso en el mundo de la operativa bancaria. Si bien la mayoría de los usuarios emplea el entorno digital de su entidad bancaria o compañía FinTech (nativa digital) para consulta de movimientos o pagos (en más de un 90% de los casos), cada vez más se recurre para operativa más sofisticada. En concreto, un 22% de los españoles ya contrata directamente financiación a través de los canales y compañías FinTech, frente al 16,50%, el año pasado. Y un 40,5%, emplea agregadores de producto para sondear el mercado y elegir las mejores ofertas, frente al 34,5%, el año pasado.
El IV Estudio de Asufin sobre comportamiento, hábitos y uso de las FinTech revela, al mismo tiempo, que se ensancha la brecha digital, con un uso intensivo de las finanzas digitales del 33,7%, en el tramo de edad hasta 35 años, que desciende al 22,5%, hasta 45 años, y a un escaso 5%, en el tramo de edad de 56 a 65 años.
Otra de las conclusiones que se extrae del estudio es que el banco es aún el canal principal para operar de forma digital, al concentrar el 97% de la operativa. Sin embargo, la operativa a través de las compañías FinTech -100% digitales, que aúnan innovación tecnológica y servicios financieros– ya supone el 21,1%, frente al 16,5%, registrado el año pasado.
Se mantiene la desconfianza en las BigTech, en concreto en las cuatro grandes (Google, Amazon, Facebook y Apple), entre el 71,6% de los españoles, frente al 54,6% que no confían en los bancos. Y aunque son conscientes de buena parte del negocio gira en torno a la cesión de los datos, un 94% estaría dispuesto a ceder en mayor cantidad los mismos por contar con servicios más baratos o de mayores contraprestaciones económicas.
En el capítulo de la inversión en criptoactivos, los vaivenes vividos en el mercado en el último año se trasladan a que el 58,6% declare que está perdiendo dinero, lo que duplica la cifra del año pasado, del 28,8%. Un 66,2% de los encuestados está convencido del riesgo de esta inversión, frente al 59,1% del año anterior.