Francisco Jaramillo (Solarisbank): Banking-as-a-service, BaaS o Banca como Servicio
Por Francisco Jaramillo, General Manager para España de Solarisbank
El mercado financiero continúa apostando por la innovación como motor de su transformación. En el primer semestre de 2021, la inversión global en tecnología financiera prácticamente alcanzó los 100 mil millones de dólares, según datos de KPMG. El sector tiene la voluntad, y la fuerza, de evolucionar hacia otro más tecnológico, dando lugar a un escenario en el que cada vez intervienen más modelos de negocio y servicios relacionados con las Fintech. Ante este paradigma, puede resultar complicado navegar por los distintos términos que se van acuñando en la industria, sobre todo, por aquellos más técnicos, como puede ser el Banking-as-a-service o BaaS por sus siglas en inglés.
El BaaS es una tendencia emergente, que cada vez goza de una mayor presencia. Si bien es cierto que en España todavía se encuentra en una etapa muy incipiente, a nivel global y europeo están surgiendo diferentes players que apuestan por proveer este tipo de servicios. ¿Sus clientes? Empresas de todo tipo y Fintechs, un mercado que en nuestro país ya suma casi 500 compañías, según Finnovating. Pero, ¿qué es exactamente el Banking-as-a-service? La mejor forma de explicarlo es mediante un ejemplo.
Imaginémonos por un momento que somos el gerente de una aerolínea. Tenemos mucha competencia y nos gustaría recompensar la lealtad de nuestros clientes. Si pudiéramos ofrecerles, digamos, una tarjeta de débito, podríamos premiarles con puntos de un programa de fidelidad cuando paguen con ella. Así, cada vez que los clientes usen la tarjeta, interactuarán con nuestra marca, lo cual nos permitirá además analizar su comportamiento, comprenderles mejor y ofrecerles servicios más personalizados.
¿Y si pudiéramos, también, poner a su disposición un préstamo online para pagar sus billetes de avión directamente en nuestro sitio web? De esta forma, podrían financiar sus vacaciones sin acudir a terceros. Aumentaríamos la cantidad de vuelos vendidos y podríamos influir directamente en la cantidad que gastan, ofreciéndoles, por ejemplo, tipos de interés muy bajos.
Está claro que, en un mundo cada vez más digitalizado, las compañías buscan constantemente nuevas fórmulas para mejorar la experiencia de usuario y las ventajas financieras son, evidentemente, un punto a tener en cuenta. Sin embargo, la oferta de servicios bancarios no está al alcance de todos. Por motivos regulatorios, todos los gobiernos exigen para ello el disponer de licencia bancaria, y no es algo fácil de obtener. La consecución de una impone no solo requisitos de capital importantes sino, sobre todo, el cumplimiento de estrictas leyes que afectan al blanqueo de capitales, secreto bancario y protección de depósitos, por mencionar algunas. Aquí es donde entra en juego el Banking-as-a-service.
El Banking-as-a-service describe un modelo en el que los bancos con licencia integran sus servicios de banca digital directamente en los productos de otras empresas no bancarias. De esta forma, una compañía como la aerolínea de nuestro ejemplo puede ofrecer a sus clientes servicios de banca digital, como cuentas bancarias online, tarjetas de débito, préstamos y servicios de pago, sin necesidad de contar con una licencia bancaria propia.
El servidor de los bancos que ofrecen este servicio se comunica a través de APIs y webhooks con el de la aerolínea, o cualquier otra compañía, permitiendo al usuario acceder a los servicios bancarios directamente desde el sitio web o App de la marca. De esta manera, la aerolínea nunca entra realmente en contacto con el dinero del cliente, y actúa simplemente como un intermediario. Podría definirse como una opción “marca blanca” de servicios financieros, que siguiendo un modelo B2B2X, permite que prácticamente cualquier empresa puede convertirse en un proveedor bancario.
Un verdadero win-win con grandes proyecciones de crecimiento
Distinto a otros conceptos también ligados a la transformación del sector bancario, como pueden ser Open Banking o Platform Banking, el Banking-as-a-service ha conseguido coronarse como una de las áreas financieras con mayor potencial para los próximos años; precisamente por su capacidad de llevar los servicios financieros a un siguiente nivel, en el que sean más accesibles y tengan más presencia en el día a día de las personas. Es lo que se denomina la tendencia de las “finanzas integradas”.
Lightyear Capital estima que este mercado mantendrá una media de crecimiento interanual cercana al 60%, alcanzando, en 2025, una inversión global de 230 mil millones de euros. Tan solo en Estados Unidos, el sector generará beneficios superiores a los 36 millones de millones para 2030, según datos de Bain Capital.
Su potencial se asienta en el hecho de que estos servicios se presentan como un verdadero win-win para todos los actores implicados. Las compañías, independientemente de su sector, tienen en su mano la capacidad de mejorar su oferta de productos, fortaleciendo su experiencia de usuario y favoreciendo su fidelización. Por su parte, los consumidores pueden aprovecharse de nuevas posibilidades financieras en sus compras, a través de las cuales adquirir los productos o servicios que deseen con mayores facilidades y beneficios.
Estamos hablando de un nuevo escenario económico donde los servicios financieros se democratizan a nivel empresarial, pudiendo actuar como punto diferencial en un mercado cada vez más competitivo y globalizado.