Las empresas galgo: aquellas que despegan en el mundo digital a una velocidad nunca vista
La crisis del coronavirus ha acelerado la tendencia de digitalización en las empresas de todos los sectores, y en los últimos meses, empresas de alimentación, entidades financieras y servicers, han incorporado tecnología a sus procesos de gestión a una gran velocidad.
Según la empresa de transformación eficiente pfs, en la actualidad nos encontramos con tres tipos de empresas.
En un primer bloque, están aquellas que antes de la pandemia estructuraban estratégicamente sus proyectos de transformación redoblando sus inversiones en tecnología no operacionales, para que su ritmo de crecimiento fuera mayor. Mientras que otras organizaciones no lo hicieron y quedaron rezagadas con la llegada covid.
Según dice Mario Martín, director general de la división aseguradora de pfs, recientemente ha nacido una nueva tipología de organización: las empresas galgo. Estas empresas son aquellas que han conseguido estructurar estrategias para posicionarse muy rápidamente en el mundo digital, satisfaciendo la demanda de una sociedad cada vez más digitalizada. Por ejemplo, la facilidad y agilidad para los usuarios.
La situación provocada por el Covid fue una detonante que incrementó todavía más la brecha entre las compañías digitalizadas y las que no lo están. El porcentaje de clientes digitalizados ha pasado del 26,8% a una cifra superior al 60 % en este año y medio”, según expone Martín. Los principales avances se han producido en sistemas de pagos (las tarjetas y transferencias on-line han reemplazado al efectivo) y en la formalización de operaciones que es el grueso de las operaciones bancarias tanto de pasivo, fondos y activo se formalizan digitalmente. El pago con plataformas de pago digitales como Bizum y no con transferencias, para uno de sus clientes, supone ya el 80 % de sus recobros, dice el directivo.
Los bancos cerraron 553 sucursales en el tercer trimestre, hasta situar el total de la red en 24.855, según la estadística recientemente publicada por el Banco de España. Mientras que en 2018 se suprimieron 1.309 oficinas, entre enero y septiembre de este año, se cerraron 1.156, siendo especialmente intenso el mencionado trimestre. Martín expone que ahora el 91% de las nuevas operaciones de consumo se hacen actualmente con firma digital y la documentación está totalmente digitalizada. Esto facilita enormemente los procesos de judicialización en operaciones de consumo donde minorar los costes es clave. Los nuevos sistemas digitales están permitiendo las presentaciones masivas en los juzgados en plazos y costes que nunca se hubieran pensado antes.
En su opinión, el proceso va a continuar y se va acelerar todavía más en 2022. “La banca continuará cerrando oficinas y digitalizando clientes. Esto unido a la presión de costes, se trasladará a los servicers y agencias de recobro, que tendrán que incrementar su digitalización”, ejemplifica Martín. De hecho, el último informe elaborado por la consultora inmobiliaria CBRE demuestra que el cierre de oficinas de banca continuará de tres a cinco años, ya que el 64% del sector financiero y asegurador tiene la intención de reducir su estructura inmobiliaria. El informe se basa en una encuesta realizada a 28 empresas de banca y seguros de España que suman más de 280.000 empleados.
Si la pandemia ha sido una espoleta en los proyectos de transformación, los dos próximos años verán un cambio mucho mayor dado que el guion ha cambiado. “Hay organizaciones que disponen de procesos más eficientes y este hecho ha ampliado la brecha de ingresos con respecto a las rezagadas. Aquellas entidades que no mejoren sus costes en un 20-30% tendrán difícil la competencia”, expone Martín. Entre las compañías galgo se encuentran muchas empresas Fintech (servicios financieros que utilizan la tecnología), Insurtech (que se dedican al uso y aplicación de la tecnología dentro del sector asegurador), y otras que están en el mundo de la innovación.
Martín explica que el éxito de estas empresas es haber adoptado tecnologías avanzadas y emergentes y extenderlas a toda su organización. “Si la pauta es destinar el 20 o 30% del presupuesto de tecnología e innovación, y el 70 a 80% a operaciones y mantenimiento, han invertido esta proporción”, dice el directivo. “No se han quedado en la mera digitalización de documentos dentro de actividades y tareas específicas, si no que se han lanzado a hiper automatizar los procesos de principio a fin con metodologías y herramientas especializadas”, añade.
En estos momentos, las compañías galgo buscan ser empresas inteligentes, ya que el hecho de disponer de los datos digitales y conocer en tiempo real la situación de los procesos, permite buscar patrones para dar el mejor servicio a los clientes, mejorando cada día más la cuenta de resultados.