Las FinTech crecerán en importancia con un papel destacado de los neobancos
Tal y como publica el portal Dir&Ge, el Instituto de Innovación de ESIC Business School (ICEMD) ha presentado el informe Innovation Series: “Fintech. Innovación en servicios financieros”. El estudio aborda las principales tendencias e innovaciones en servicios financieros, su impacto y qué iniciativas tecnológicas están dando respuesta a los nuevos retos.
El avance de la tecnología y los nuevos modelos de negocio y operativos desarrollados por las Fintech seguirán teniendo una importante repercusión en el sistema financiero en 2021. Por un lado, destaca el papel que jugarán los ‘challenger banks’, entidades de crédito 100% digitales con licencia bancaria y, por el otro, los llamados neobancos, que ofrecen servicios financieros tradicionales en asociación con los bancos tradicionales, a menudo mediante aplicaciones móviles.
En este sentido, el blockchain ha irrumpido en el sector financiero como nueva tecnología que favorece que el usuario tome el control de sus datos y procesos y tenga seguridad en sus operaciones financieras. Además, el documento indica una tendencia creciente de soluciones tecnológicas que ayudan a sus clientes a cumplir con la regulación. Su propuesta de valor se sustenta en las nuevas tecnologías como blockchain, cloud computing y big data, por lo que sus soluciones se diferencian en que son ágiles, flexibles y precisas.
Para María Albalá, directora del Innovation Hub de ICEMD, “el uso racional de las tecnologías puede ayudar al desarrollo del sector financiero, así como a que otros sectores puedan ofrecer a sus clientes servicios financieros que les ayuden en su propio modelo de negocio. Para no perderse en el océano de las tecnologías es importante tener muy claro el foco: qué quieres conseguir, qué valor percibe tu cliente y qué habilidades necesitas en tus equipos para sacar el máximo partido a estas herramientas. En definitiva, las nuevas tecnologías son herramientas. Hay que evaluar y sopesar el coste-beneficio, tener definido qué queremos ofrecer y dónde podemos ganar una ventaja competitiva para poner el foco en la estrategia, ya que en este tipo de procesos existe el riesgo de sumergirse en la tecnología y verla como un fin en sí mismo”, añade Albalá.