Las principales predicciones de Mitek Sytems para la biometría en 2023
La biometría permite de forma fiable la autenticación remota con la consiguiente eliminación del fraude. No es un sistema intrusivo, no requiere del conocimiento de un idioma, su precisión está completamente demostrada y tiene un largo recorrido en múltiples ámbitos. En 2023, se prevén grandes avances en este campo, pero también numerosos retos.
Las normativas cada vez más estrictas suponen un riesgo para los negocios que quieren implantar la biometría y, en paralelo, existe un temor algo natural por parte del consumidor a que sus datos biométricos se utilicen con fines de vigilancia y control. Ante un clima claramente desfavorable en términos económicos y geopolíticos, la biometría ofrece la oportunidad de contrarrestar amenazas realmente serias relacionadas con el fraude y la seguridad.
Un fraude más sofisticado con la ayuda de la IA
En 2023 veremos el auge de la IA en el desarrollo de fraudes. Los tipos de ataque seguirán siendo los mismos, es decir, phishing, estafas por correo electrónico, por SMS, etc. Lo que evolucionará es la sofisticación de los ataques automatizados. Es probable que los defraudadores comiencen a utilizar herramientas de aprendizaje automático y modelos lingüísticos del estilo de GPT-3 para automatizar y expandir las estafas con contenidos mucho más realistas. Invertir en modelos de verificación de la identidad digital nunca ha sido más aconsejable.
Más capas de seguridad biométrica
No se trata solo de perfeccionar la identificación de cada atributo físico, sino también de utilizar la biometría conjuntamente para que nos proporcione capas adicionales de seguridad. Nuestros atributos biométricos son únicos y, por eso, los estafadores seguirán buscando formas de copiarlos. En este sentido, el uso conjunto de múltiples datos biométricos permite generar capas de seguridad.
La transparencia, clave para la confianza del consumidor
Este 2023 veremos el aumento de la transparencia como elemento fundamental para mantener la confianza del usuario final. Este tendrá una comprensión más clara de exactamente con quién o con qué tecnologías está interactuando, y cómo se están utilizando los datos que proporciona. Ganarse esta confianza del consumidor pasa por seguir demostrando que se pueden desplegar soluciones de seguridad biométrica de forma ética e inclusiva.
Un modelo de identificación más sostenible
La sostenibilidad continuará siendo otro pilar estratégico de las empresas. Puede que no sea necesariamente un impulsor de la biometría, pero sí una especie de subproducto. Pensemos en lo siguiente: la identificación digital reducirá la necesidad de llevar documentación física. Este es un beneficio evidente en términos sostenibles, ya que también se notará cuando los usuarios demuestren su identidad en el momento de realizar cualquier transacción.
Más valor y ROI para las empresas
Con la alta inflación, así como los recortes presupuestarios y los despidos, estamos viendo que las empresas de todos los tamaños están reevaluando lo que aportará más valor y ROI. La verificación de la identidad digital ha demostrado ser un método de seguridad más amigable en comparación con las contraseñas o los códigos de seguridad. Sabiendo que el usuario es receptivo y abierto con la biometría, está claro que 2023 será un año clave para que los negocios inviertan en este apartado.