Open Banking, wealthtech y neobancos impulsarán a una industria FinTech cada vez más sostenible
Por Carlos Sánchez
Al igual que otros muchos sectores, la industria FinTech ha notado los efectos económicos, sociales y de cambios en los hábitos de consumo que ha traído consigo la pandemia global. Sin embargo, las primeras señales de la próxima recuperación han servido para espolear a un segmento de actividad que, de acuerdo al informe ‘FinTech Trends in 2021’, elaborado por Erlang Solutions, ya comienza a dibujar patrones claros de hacia dónde se moverán los principales players a lo largo de los próximos meses.
De acuerdo a este documento, la crisis sanitaria ha acelerado la urgencia por parte de la industria financiera en afrontar los retos que quedan pendiente en dos campos muy definidos: la actividad comercial y el cambio tecnológico. En juego está mantener los altos estándares de calidad que ha desempeño este sector en el pasado, pero que, a diferencia de otras ocasiones anteriores, ahora nota cómo los usuarios demandan nuevos mecanismos de relación, servicios cada vez más personalizados y una omnicanalidad basada, principalmente, en la digitalización.
Tendencias en auge
Para los especialistas de Erlang Solutions, la introducción de modelos tecnológicos escalables en la industria financiera es crítica para garantizar la confianza de los clientes, en especial, de aquellos a los que ha tocado negativamente de lleno la crisis (por culpa de la pérdida de poder adquisitivo o porque su patrimonio invertido haya sufrido un deterioro) como de los más jóvenes, que, con frecuencia, recelan, en especial, del rol que puede jugar la banca en sus vidas.
Por ello, indica el estudio, el mayor peso FinTech no es solo una cuestión económica o de rentabilidad en los márgenes para este sector, sino que es que se afronta la disyuntiva de que el futuro de las finanzas o es digital o es que, directamente, no será. De hecho, si se gestiona de modo adecuado, puede convertirse en uno de los principales motores para cimentar la recuperación global en la sociedad, apostando por algunas áreas que prometen cobran un evidente protagonismo, como la ciberseguridad, el blockchain, los servicios cada vez más individualizados e, incluso, las criptomonedas.
Transición y resistencia
Otro informe, en este caso de CBInsights, bajo el título ‘FinTech trends to watch’ señala que los pagos digitales, la seguridad mejorada de los datos y la gestión de activos digitales mediante la fiabilidad de plataformas de blockchain serán algunos de los ejes vertebradores para el crecimiento del sector en los próximos meses. Aunque, en general, define un panorama muy halagüeño para las entidades FinTech porque, en su opinión, la humanidad ya ha interiorizado que la tecnología es el principal soporte para mejorar sus vidas de manera exponencial y crear un futuro mejor.
Sin embargo, advierte de que no va a ser fácil para muchas empresas del sector financiero, en especial, las más grandes y tradicionales, integrar aún más la digitalización en sus procesos operativos porque, tras superar la crisis derivada de la pandemia global, además tienen que afrontar una serie de cambios muy profundos en la gestión del capital humano, en la relación con sus stakeholders y, también, en los mecanismos de comunicación con sus clientes, ya que difícilmente se podrá volver a los sistemas que había con anterioridad a la primavera de 2020.
Los principales ganadores
Entre las tendencias ganadoras en esta nueva realidad, se destacan, entre otras:
- El Open Banking, que será impulsado tanto por los nuevos hábitos de consumo como por la aplicación más efectiva de la Directiva PSD2. La gestión de los datos incrementará en los próximos meses aún más su protagonismo en el sector y eso obliga a las entidades a impulsar la innovación financiera como eje de crecimiento.
- El desarrollo de las finanzas como servicio complementario y esencial en otras industrias, por ejemplo, ofreciendo préstamos o e-wallets, incrementando la oferta de servicios de corretaje o iniciando vías de colaboración para el desarrollo de apps financieras para compañías que no pertenezcan al sector.
- El crecimiento de los neobancos que, cada día, ofertan servicios de calidad que les diferencian más de sus competidores más tradicionales. El mayor conocimiento y popularidad de la sociedad en el uso de las nuevas tecnologías debe servir para aumentar su rol protagonista en la industria, incrementando su cuota de mercado, especialmente, en nichos muy definidos, como estudiantes o personas muy concienciadas acerca del cambio climático.
- Más peso de las wealthtech, sobre todo, para servicios relacionados con la operativa habitual de la inversión. Es previsible que ello fomente un mayor control regulatorio por parte de los supervisores, algo que, en principio, solo debería servir para otorgar una mayor notoriedad social a este segmento.