Plazo: Cómo ha evolucionado la forma de pago de los españoles en la era digital
Por el equipo de Plazo
Ya es un hecho: el efectivo es cosa del pasado. Si el camino a la digitalización de los pagos ya había empezado desde hace años, la pandemia no ha hecho más que agilizarlo hasta tal punto, que a día de hoy, tan sólo un 36% de los españoles utiliza el efectivo como forma de pago habitual, según señala la encuesta nacional realizada por el Banco de España.
Pero ¿cómo se ha producido esta evolución?
Una transición acelerada por la pandemia
En los últimos diez años, el número de transacciones realizadas con tarjeta no ha hecho más que aumentar. En 2018, en países de Europa como Finlandia y Estonia el pago con tarjeta ya representaba la mitad del total de medios de pago diferentes al efectivo. Sin embargo, en España esta transición ha costado un poco más, ya que hasta la llegada de la pandemia el cambio no ha resultado tan evidente.
No cabe duda de que el Covid-19 ha impactado en todos los niveles de la sociedad. El cambio de hábitos para evitar los contagios tanto por parte de los consumidores, como de los comercios y empresas, fomentaron métodos de compras y pagos digitales. De hecho, fue la primera vez que el pago con tarjeta superó al pago con efectivo.
El temor a contagiarse causó que dejaran de utilizarse los billetes con tal de evitar al máximo el contacto físico. De hecho, incluso el miedo a tocar los datáfonos provocó que también se impulsasen métodos ‘contactless’, como las aplicaciones de la banca móvil o las tarjetas virtuales.
Además, también durante el confinamiento el ecommerce experimentó una tasa de crecimiento de hasta el 50% respecto a los meses anteriores al estado de alarma, según los datos aportados por la Organización Empresarial de Logística y Transporte (UNO). Los usuarios pudieron invertir mucho más tiempo en Internet, cosa que se tradujo en un aumento en la frecuencia de compra.
Ventajas por usar tu tarjeta
Algunas FinTech han sabido aprovechar el tirón que ha supuesto la pandemia en la innovación y digitalización de los medios de pago y han empezado a ofrecer ventajas a los consumidores por el simple hecho de utilizar su tarjeta, ya sea física o virtual.
La principal ventaja y lo que las diferencia de muchos bancos tradicionales es que son gratuitas: no cobran comisiones de apertura ni tienen gastos de mantenimiento. Esto ya de por sí supone un ahorro de hasta 240€ anuales. Además son seguras y permiten al cliente gestionar sus finanzas 100% desde el móvil.
La mayoría de FinTech que han lanzado sus cuentas y tarjetas las presentan como una solución alternativa a las cuentas tradicionales que cada vez exigen más costes y requisitos para acceder a sus servicios. Algunos ejemplos disponibles en España son la tarjeta de Revolut, Bnext, Qonto o la tarjeta Plazo de ID Finance, que además ofrece beneficios interesantes como cashback por simplemente usarla. Además, todas tienen la opción de usarlas para pagar con el móvil por lo que no es necesario esperar a recibir la tarjeta física para poder utilizarlas.