Mariona Campmany (Mitek): Deepfakes, la amenaza en un proceso de onboarding digital
Por Mariona Campmany, Digital Identity and Innovation Lead en Mitek
A raíz de la pandemia, gestionar las finanzas desde nuestro Smartphone se ha convertido en algo mucho más común y es que ahora, los procesos con el banco pasarán a ser mayoritariamente online a través de una aplicación en un dispositivo móvil u ordenador.
Aunque es una buena noticia para empresas y consumidores, también deja la puerta abierta a posibles intentos de fraude por parte de usuarios malintencionados que aprovechan sus conocimientos de tecnologías cognitivas para confundir a los motores de reconocimiento de identificación. Este es un problema que mantiene alerta a los expertos en identidad digital y que los está llevando a crear sistemas más sofisticados de detección del fraude.
En este sentido, los fraudes más conocidos son los deepfakes: imágenes falsificadas de personas cuyo objetivo no es otro que la suplantación de identidad. Esta tecnología ha ido evolucionando con los años hasta el punto de ofrecer resultados sorprendentes. Cualquiera que sepa manejar el software necesario puede crear en pocas horas un vídeo falso capaz de llevar a engaño a una gran cantidad de personas.
Los deepfake son cada vez más peligrosos ya que se están utilizando para producir identidades digitales y documentos de identidad falsificados de una forma barata. En este sentido, es imprescindible que las empresas cuenten con un sistema de seguridad basado en la verificación de la identidad que permita parar este tipo de acciones.
Para combatirlas hace falta el uso de biometría y de métodos multimodales, que permiten detectar el fraude a través de varias fuentes de información de una persona, desde un documento de identidad a una sonrisa plasmada en un ‘selfie’. Un sistema seguro y bien implementado demostrará si la identidad de la persona es la auténtica, si sus características biométricas coinciden y en caso de no ser así, su acceso queda denegado. Esto es posible porque una identidad digital es única e inimitable; imposible de vulnerar, al contrario que las contraseñas tradicionales.
El fraude de identidad no es un problema nuevo, pero la innovación lo ha llevado a un nuevo nivel. Las empresas deben ir más allá y recurrir a la tecnología para detectar lo que el ojo humano, en ocasiones, no es capaz de ver. Por ejemplo, acciones como parpadear son muy difíciles de replicar de forma natural y son relativamente fáciles de detectar. Los humanos solemos parpadear una vez entre cada dos u ocho segundos, durando cada parpadeo entre una y cuatro décimas de segundo. Y en un deepfake se aprecia fácilmente que este gesto es mucho menos frecuente.
Las soluciones de verificación avanzadas ofrecen una experiencia de captura de imagen del usuario totalmente guiada, muy rápida y sencilla, con niveles de garantía muy altos en la autenticación de documentos. Así, se logran procesos de comprobación seguros, que no generan fricción y que, sobre todo, incrementan la confianza del usuario en la empresa.
Y durante un proceso de onboarding digital la confianza es clave. Para cualquier compañía que busca fidelizar a sus clientes, es importante diseñar procesos en los que la seguridad y la experiencia de usuario confluyan de manera natural y eficiente. La tecnología nos permite hacer de cualquier punto conflictivo, como puede ser la recuperación de una cuenta, la petición de un crédito o la realización de una transferencia, un paso sencillo de ejecutar y, al mismo tiempo, totalmente fiable.