ID Finance: ¿Cómo captan dinero las FinTech?
Por Alexander Dunaev, cofounder y Coo de ID Finance
Monetizar: este es el objetivo más importante para cualquier empresa, incluso una FinTech. Poder tener un modelo de negocio rentable y no depender de financiación es importante. Sin embargo, muchos de los modelos de negocio no son rentables en un primer momento. Dependiendo del punto de desarrollo en el que se encuentre, es probable que se deba recurrir a financiación externa para impulsar el crecimiento, para mejorar sus procesos y plantillas o para pivotar a nuevos modelos de negocio. Por ejemplo, en UK, según un estudio de KPMG, solo el 6% de las FinTech declara ser rentable.
En este 2020 difícil, según el informe de tendencias de innovación de la Fundación Bankinter, el sector FinTech y InsurTech continúa siendo uno de los más financiados y acapara casi un 20% de la inversión total en España, llegando a más de 215M€, un 8,4% más versus el año anterior. Existen varias formas para que una FinTech capte dinero externo, dependiendo de sus objetivos y del tamaño de la compañía. Para eso, hacemos un repaso de las diferentes fuentes de financiación según la madurez de una FinTech:
- Friends, Family & Fools: En una fase muy temprana de una FinTech, fases pre-semilla y semilla, la financiación parte fundamentalmente de los propios emprendedores o de lo que se considera gente cercana como son Friends (amigos) y Family (familiares). También se consigue financiación Fools (tontos o locos), inversores que apuestan en una fase tan incipiente por un proyecto. En este momento, el proyecto está en fase embrionaria.
- Business Angels: Una vez el proyecto se haga realidad, hablamos de la fase semilla en la que entran figuras como los business angels. Son inversores privados que aportan su asesoramiento o financiación (o ambas) a cambio de obtener un beneficio en el futuro cuando la empresa crezca. Estos perfiles aportan su visión e ideas para hacer crecer de forma sostenible a una FinTech.
- Crowdfunding: Para estas fases tempranas y de crecimiento, las FinTech tienen la opción de recurrir al crowdfunding. Consiste en recaudar a través de un gran número de personas pequeñas cantidades de dinero de cada una de ellas. Internet ha facilitado que proliferen este tipo de fuentes de financiación y que sean más fáciles de coordinar y lanzar. Además, con frecuencia estos los inversores son usuarios del servicio en el que están invirtiendo. Existen muchos casos de éxito, pero uno de los más sonados ha sido el que protagonizó en 2016 Revolut mediante la plataforma CrowdCube. Para aquellos que invirtieron en aquella época en equity ahora se han encontrado con un rendimiento del 1.900%. ID Finance, FinTech española especializada en la creación de servicios financieros, también recurrió en 2019 a una ronda de financiación en CrowdCube con la que obtuvo 5,7 millones de euros. Con esta operación, la compañía española consiguió impulsar y mantenerse como la FinTech de más rápido crecimiento en España por cuarto año consecutivo.
- Venture Capital: A la que una FinTech empieza a ganar tracción puede atraer a los Venture Capital (VC). Estos fondos adquieren parte del capital de una empresa, generalmente menos del 50%, ya que consideran que tiene mucho potencial de crecimiento. A cambio, asumen también los altos riesgos de la operación. Para ayudar a estas compañías, los propios VC suelen asesorar y acompañar a las startups para enseñarles a crecer y a lidiar con las cuestiones más importantes a las que debe enfrentarse una empresa. Serían una evolución de un Business Angel, como es el caso de K Fund, Sociedad de Capital Riesgo. En España, existen algunos VC importantes como Axon Partners, Nauta Capital o Seaya Ventures, compañías que en 2020 captaron hasta 1.000M€. El país cuenta también con Corporate VC como el BBVA Ventures, Telefónica Tech Ventures o Perseo de Iberdrola. Los VCs son capaces de atraer grandes cantidades de financiación. Este último año y según El Referente, en España se han captado más de 1.000M€ en VC para startups
- Private Equity: Entramos a valorar ya empresas más maduras, que llevan años creciendo y que en este momento requieren de una financiación mucho más importante para seguir creciendo. Aquí entran los Private Equities (PEs) o Capital Inversión. A diferencia de los VCs, los Private Equities procuran obtener mayor control sobre la compañía adquiriendo más del 50% de las acciones. Además, muchos PEs se centran en empresas que necesitan fuertes inversiones para sus proyectos de expansión internacional o que a lo mejor muestran ciertas ineficiencias que, una vez solventadas, pueden disparar su crecimiento. Un claro ejemplo de estas operaciones es el protagonizado por el portal Idealista. En septiembre de 2020 la empresa sueca EQT ejecutó una compra por valor de 1.300M€ al grupo Apax. Recientemente, este ha vuelto al accionariado de Idealista tras hacerse con una participación del 17%, movimiento que ha sido seguido por Oakley Capital con la compra de un 12% de las acciones.
- Deuda: La deuda es una fuente de financiación que muchos conocemos ya sea por los préstamos o líneas de crédito que ofrecen bancos y entidades financieras o los fondo de financiación a empresa que ofrecen los gobiernos. Sin embargo existen muchas otras posibilidades para acceder a este tipo de financiación. Una de ellas son los descuentos en factura o factoring. Muchas empresas sufren tensiones de tesorería debido al desfase entre la venta y el pago aplazado de sus clientes. Para evitar esto, existen empresas financieras que ofrecen una financiación inmediata sobre esas ventas lo que le otorga a la empresa una inyección de liquidez al adelantar el cobro de dichas ventas. Existen más opciones de financiación como cuando una empresa accede a financiación a través de bonos. La empresa emite deuda y se compromete a devolverle al inversor que ha comprado esos bonos su inversión inicial más un tipo de interés determinado durante un tiempo definido. El inversor recibe un pago, o cupón, periódicamente y una vez finalizado el plazo, se le devuelve su inversión inicial. Las empresas se pueden apoyar en bancos tanto para acceder a este tipo de financiación como para que les acompañen en todo el proceso de emisión de bonos. La principal ventaja de este tipo de financiación es que la empresa no pierde el control al no vender su capital. Además, es compatible con otras fuentes de financiación previamente mencionadas. Por ejemplo, en 2020 ID Finance cerró una colocación de bonos mediante emisión privada. Otra opción más de financiación es a través de los fondos de crédito, una fuente de financiación complementaria a los productos bancarios tradicionales. Tanto los plazo de financiación como las formas de devolución son flexibles y el coste de formalización es más asumible que los procesos de emisión de deuda.
- IPO: Cuando la FinTech ya es un negocio bien asentado y con un tamaño y capacidades elevados, tienen la opción de salir a bolsa, a través de una IPO (Initial Public Offer) o OPV (Oferta Pública de Venta). En estos casos, las FinTech venden una parte de sus acciones, que antes eran privadas, al público. A través de esta venta consiguen financiar para seguir creciendo o apostar por nuevos proyectos. 2020 ha sido un año importante en cuanto a estas operaciones para las FinTech, especialmente la segunda mitad, y para 2021 se esperan salidas a bolsa sonadas. Affirm es un gran ejemplo. Salió a bolsa en enero de este año con una valoración de 12.000 millones de dólares y en pocos días sus acciones se dispararon un 98% hasta llegar a una valoración de 23.600 millones de dólares. En lo que queda de año se espera que otras FinTech como Stripe, especializada en el procesamiento de pagos, o Robinhood, el broker online también salgan a bolsa.
- SPAC: En este inicio de año se han disparado las SPAC (Special Purpose Acquisition Companies). Son empresas que salen a bolsa ahora con el objetivo de recaudar capital y patrocinadores para, después, comprar otras empresas. Este tipo de empresas lleva años existiendo. Sin embargo, en los últimos meses ha habido un auge como consecuencia del rally bursátil que hemos vivido después del desplome en la bolsa causado por la pandemia. En 2021 han surgido 175 SPAC que han conseguido levantar 56.000 millones de dólares en sus salidas bursátiles. En 2020 se registraron más de 450 y captaron 156.000 millones de dólares. A este ritmo, las SPACs batirán todos los récords. También hay ejemplos de Fintech que se han salido a bolsa mediante SPAC, como es el caso de eToro.
Como se puede comprobar, existen múltiples maneras de conseguir financiación. Estas varían según el momento en el que se encuentra la empresa y el nivel de control que la empresa quiera mantener. Dependiendo de estos factores, una fuente de financiación u otra será la más adecuada para el futuro de la FinTech.